Alejandro Peralta | @LiricoAlejandro
Somos oscuridad en este mundo, los silencios son sólo audaces momentos que se van presentando en la soledad. Con los amigos se está solo, igual con la familia y con los compañeros.
La sobriedad y la calma se manifiestan como cánticos aherrojados a los pasos que vamos dando, la terrible y lívida lluvia que cae, nos limpia y nos deja el campo libre para seguir caminando.
Los días que pasan se pierden, no vuelven nunca y sólo se debe ver para enfrente; los caminos que tomamos van definiendo lo que estamos listos para ser. Las decisiones que vamos tomando, a veces dejan de lado a lo que nos ha ido definiendo: el cambio no deja de transcurrir en nuestras vidas.
Y seguimos rompiendo los grilletes que vuelven a nacer, la soledad es un regalo en forma de castigo: se debe aprender a estar solo, a no extrañar y a ser pleno en lo que se hace, pero hay momentos en los que todo se guarda, nada se logra sacar del pecho y sólo nos queda explotar.
Somos un mundo, el individuo es divino gracias a su capacidad de elegir y poder cambiar; nada está definido en ningún momento, los sueños que se crean sé pueden volver pesadillas y viceversa.
Nada hay más cercano al amor que el odio; ódienme entonces, aquí estoy y quiero su odio, estoy dispuesto a demostrar que estamos más cerca del amor de lo que creen.
No hay soledad
ni creencias que vuelvan,
por favor, lector,
hipócrita ente que me lee,
dignifique lo que vive,
admire lo que sueñe
y hágalo realidad,
no estamos solos
mientras nuestra sombra
se despierte con nosotros,
nos lleve lejos
y en nuestro reflejo.
se manifiesten las noches
y los días que no volverán.
Piensa en ti,
deja de lado los misterios,
en ti mismo eres un misterio,
tan grande como el mundo
o el abismo que se pierde en el cielo.
Somos dioses,
entes verdaderos
que se hacen eternos
a los ojos de uno mismo.
Somos lo que somos
y fuimos lo que fuimos,
sólo nos queda ser
lo que anhelamos,
lo que dejaremos
(en este mundo)
como nuestro recuerdo.
Metascopios 